domingo, 14 de noviembre de 2010

Mi querido, mi viejo, mi amigo...

Quiero dedicar esta entrada a toda aquella persona mayor que nos importa y a las que no conocemos también.

Las personas mayores, son personas llenas de historias, aventureros del tiempo, contempladores de hechos, consejeros de la vida, marcadores de respeto, refugio de cariño...

Yo adoro hablar con ellos, me siento tan insignificante.. 

Cuando los miras, te das cuenta, que aunque parezcan frágiles son rudos como piedras, que con su voz dulce y serena, quita las penas, los enfados, las indiferencias. Me hacen sentir más persona y eso no lo cambio por nada.

Yo no he podido disfrutar del cariño de mis abuelos, nací con 3 de ellos fallecidos, y el que no lo estaba no fue un gran ejemplo, aunque siempre le quise y respete. Por eso busco el cariño que me dan, la sonrisa que me sacan, la belleza de su punto de vista.

Lo poco que necesitan ellos para ser feliz, y lo mucho que te aportan.Si les dedicáramos un poco más de tiempo, todo seria tan diferente...

Son amigos incondicionales, maestros sublimes, gozo en la desesperación, la respuesta a toda pregunta, ¿qué más les puedes pedir?. 

¿Por qué los tenemos tan abandonados?

Quizás pensemos que son una carga, ya que a pesar de todas sus cualidades, tienen una edad que los vuelve muy dependientes de los demás y eso supone trabajo de más para algunos.

Una oportunidad brindada a ellos , serán un millar para ti. 





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